Bad Bunny es llamado el nuevo 'Rey del pop', ¿desbancó a Michael Jackson?
Martes 28 de Noviembre del 2023
Forbes Latinoamérica volvió a abrir el debate en el ámbito musical tras la reciente selección de Bad Bunny como el nuevo ‘Rey del Pop’.
Esta revista, influyente en el mundo económico y del entretenimiento, sorprendió a los admiradores del género al otorgarle este título al cantante puertorriqueño, un espacio que previamente había sido asociado indiscutiblemente con Michael Jackson.
Los fanáticos del denominado Rey del Pop original han expresado su descontento ante tal nombramiento, defendiendo el legado de Jackson.
El reconocimiento hecho al ‘conejo malo’ por parte de Forbes Latinoamérica ha causado polémica, especialmente entre aquellos que consideran a Michael Jackson como el único merecedor de ese apelativo.
Jackson, ícono mundial de la música pop, ocupó ese lugar en la cultura musical durante décadas. El ascenso de Bad Bunny en la industria musical y su impacto en las listas de éxitos en los últimos años, sin embargo, refleja una transformación en la industria y los gustos del público, contexto que Forbes aparentemente ha tomado en consideración para su designación.
La controversia no solo gira en torno a la comparación de estilos y épocas musicales, sino también a la influencia cultural y el legado artístico dejado por ambas figuras. Mientras Michael Jackson es conocido por haber revolucionado el pop y la industria con su música y su espectacularidad en escena, Bad Bunny se ha destacado por llevar el reguetón y la música urbana a nuevos horizontes, obteniendo diversos reconocimientos, entre ellos, ser el artista más escuchado a nivel mundial en plataformas digitales como Spotify.
Este titular de la revista en mención subraya la dinámica en la industria del entretenimiento y los símbolos culturales. Tanto Michael Jackson como Bad Bunny han conseguido, en sus respectivas eras, redefinir los límites y la percepción del género pop. Aunque la controversia persiste, lo cierto es que este tipo de decisiones editoriales reflejan cambios y tendencias en la música contemporánea, poniendo de manifiesto el constante diálogo entre el pasado y el presente del mundo del espectáculo.
Bad Bunny es uno de los artistas latinos que domina las plataformas de streaming, con más de 35.900 millones de reproducciones en Spotify, superando los registros de visitas tienen artistas como Justin Bieber, Ed Sheeran y Taylor Swift. La revista Forbes destacó al artista puertorriqueño por su éxito internacional y lo incluyó en su aclamada lista “30 under 30″, enfatizando su impactante ganancia de alrededor de 88 millones de dólares durante el último año por sus giras, reproducciones en plataformas musicales y multimillonarios contratos publicitarios.
En el análisis de su carrera, el medio que realizó la publicación resaltó la habilidad del intérprete de Yo perreo sola para mezclar géneros como hip-hop, reguetón, pop latino, trap puertorriqueño y música mexicana. Estas fusiones musicales han posicionado a Bad Bunny como uno de los artistas más versátiles y exitosos en la industria contemporánea, alcanzando audiencias globales y consolidándose entre los músicos mejor pagos, según la prestigiosa publicación.
Además, ha forjado alianzas selectivas con marcas de renombre como Adidas y cerveza Corona, eligiéndolas no solo por su potencial económico sino por el respeto a su creatividad.
Acerca de la relación con sus socios y patrocinadores, Bad Bunny señala que “No se trata del dinero todo el tiempo. Se trata de cuánto me gusta la marca y cuánto van a respetar mi creatividad”.
Este enfoque ha influenciado la interacción del artista con prominentes empresas, marcando una era donde la autenticidad y la identidad artística juegan un papel crucial en el mundo del endoso de marcas. Su presencia en el escenario alcanza momentos icónicos, como cuando descendió del techo sobre un vehículo Rolls-Royce Silver Shadow, deleitando al público en sus conciertos en vivo.
Pese a las celebraciones por sus logros, ciertos comentarios en redes sociales han opuesto resistencia a la comparativa que algunos hacen de Bad Bunny con el legado de Michael Jackson, destacando que cada artista tiene su espacio único en la industria musical y que tales comparaciones son muchas veces innecesarias y problemáticas. Estos apuntes críticos reflejan la diversidad de opiniones que suscitan fenómenos culturales como el de Bad Bunny, cuyo negocio y marketing continúan cautivando y generando debates.