Así lo dio a conocer a través de su abogado, José Antonio Palacios Obregón, quien, en completa indignación, detalló el maltrato y hostigamiento de la que fue víctima la joven agente, pese a que comunicó que se encontraba en estado de gestación.

 

«Después de haber dado cuenta de su situación, después de haber comunicado que tenía amenaza de aborto, que estaba mal de salud; sus superiores simplemente se desentendieron y le dijeron “vaya y regrese”. La hostigaron, le decían que mande la ubicación exacta (de dónde estaba), que mande en tiempo real, que mande fotos», empezó diciendo el letrado a La República.

 

Asimismo, comentó que pese a haber mostrado la ecografía que demostraba su embarazo, los jefes de la institución policial de Carabayllo no se la quisieron recibir porque «es de un instituto privado» y la enviaron a que se haga el examen en el hospital de la Policía, situado en Jesús María, para que recién le puedan aceptar el documento.

 

«La mandaron desde Carabayllo hasta el hospital de Jesús María, que es donde se encuentra el hospital de la Policía, exponiéndola gravemente. Y como consecuencia de ello pierde a su bebé».

 

Según consta en la denuncia, los responsables serían su superior SS PNP Pedro Celis Hernández y el Mayor PNP William Andrés Hilares Huarcaya, comisario de la dependencia policial de El Progreso, quienes, según precisa el abogado Palacios Obregón, serían acusados por el delito de homicidio culposo. «Si así se trata a un policía, cómo será a un ciudadano», aseveró el especialista en derecho.